La poca documentación que ha abordado el perfil excéntrico de las personas ha coincidido que estas personas orientan su vida a ser más felices
La brecha definitoria del excentricismo no es clara, debido a que se origina en ideas subjetivas y culturales de lo que es una persona con comportamiento y pensamiento extraño, fuera de lo convencional.
Cuando a finales del siglo pasado se realizó el único estudio serio sobre el excentricismo y sus características psicológicas y neurológicas, el campo empezó a volcar su mirada al perfil de personas trascendentes en la historia, y se encontró con una estructura fija que empata con muchos personajes del arte y la ciencia.
Es aquí cuando recordamos la famosa foto de Albert Einstein donde posa, en un plano de acercamiento, con la lengua de fuera y expresión juguetona. Un genio excéntrico que muchas biografías describen como carismático y de presencia alegre y bromista.
¿La felicidad y originalidad van de la mano?
Quién es un excéntrico
En 1995, David Weeks, neuropsicólogo del Hospital Real de Edimburgo, quiso establecer las diferencias entre alguien clínicamente loco y una persona con comportamiento extravagante.
Fue cuando se topó con el caso de un paciente con un estilo de vida fuera de lo común, pero sin ningún diagnóstico de demencia mental.
Después de repasar documentos médicos al respecto, Weeks encontró que no existía archivo o estudio alguno que profundizara sobre comportamientos fuera de lo común sin ser parte de un cuadro psicológico.
Inició su experimento: puso un anuncio en bares y supermercados que convocaba a personas que se consideraban excéntricas, para que contaran su historia de vida, y saber más sobre la originalidad del pensamiento, de dónde proviene y a qué perfil corresponde.
Durante diez años, Weeks entrevistó a más de mil personas, dejando conclusiones que no dan cabida a la duda, pues encontró 15 adjetivos que se pueden usar para las llamadas personas extravagantes: inconformistas sociales, creativos desmesurados, sin trauma por el conocimiento de su persona, idealistas, además de ser más sanos y felices.
Todo esto aparece en el libro publicado por Weeks, llamado Eccentrics: A study of sanity and strangement.
Dadas las indagatorias del investigador, además de no existir investigación científica alguna que haya profundizado sobre el tema, podemos partir de aquí que esta es la definición de un excéntrico. Pero, ¿Qué clase de vida y capacidad pueden llegar a tener? ¿Son felices los excéntricos?
El perfil raro
De las mil personas que Weeks entrevistó, se registró que menos de 30 presentaban problemas de alcoholismo y drogadicción.
Además, según el testimonio de los voluntarios, la edad promedio donde empezaban a surgir sus características extravagantes era a los 8 años, además de haber una correlación, no muy clara, entre lo extravagante y ser superdotado.
De esto último, Weeks no sólo recogió casos de famosos como Isaac Newton, Albert Einstein, Glenn Gould, William Blake, Michael Jackson, Brigitte Bardot, Howard Hughes, Katherine Hepburn o Patch Adams, sino casos de personas anónimas que, muy a su forma, resultaban ingeniosos dentro de la funcionalidad de su vida privada:
Marvin Staples, un indio Chippewa de Minnesota, caminaba hacia atrás porque ?esto le hace sentir más joven y lo ha curado de un dolor crónico de espalda y de artritis?.
Así, el equipo de Weeks, todos del hospital Real de Edimburgo, pudo establecer que los artistas y científicos poseen el perfil donde se concentran los excéntricos, debido al sentido creativo que impera en estas personas.
Y es que, según el psicoterapeuta y psicoanalista de la Sociedad Psicoanalítica de México, Alfonso Chávez, es la libertad y el uso de la misma para ser y hacer lo que el excéntrico quiera, a partir de su creatividad e inventiva, es lo que da una vida más plena.
Pues, que las personas adopten un modelo de vida que se enfoca en hacer funcional al mundo para nosotros, y no ser funcionales para el mundo, es algo que nos da una sensación de satisfacción, de libertad y de utilidad.

