Lograron mantener vivo el cerebro de un conejillo de indias dentro de un tanque lleno de fluido por alrededor de ocho horas
Muchos científicos han aislado cerebros de perros, gatos y monos, y han podido mantenerlos con vida por cierto periodo de tiempo, mediante métodos diversos.
El experimento más exitoso de mantener activo un cerebro aislado fue el de un mamífero, hecho a mitad de 1980.
Ahora, Rodolfo Llinás, neurocientífico del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York (NYU), ha logrado mantener el cerebro vivo de un conejillo de indias dentro de un tanque lleno de fluido, por alrededor de ocho horas.
Llinás y sus colegas anestesiaron al animal, abrieron el pecho y enfriaron su cerebro al inyectarle una solución salina y fría en la aorta. Después extrajeron el cerebro del cráneo, lo amarraron en el tanque y lo rodearon de cuentas de vidrio para evitar que se deslizara.
El cerebro se mantuvo vivo al inyectarle solución de azúcar, electrolitos y oxígeno disuelto (entre otros ingredientes) directamente a una de sus arterias vertebrales.
Los conejillos de indias son animales idóneos para estas pruebas pues sus arterias son accesibles y su cerebro es lo suficientemente grande para ser manejado, pero no tan pequeño para no poder realizar una disección fina.
La preparación de Llinás permite que el cerebro sea pinchado con electrodos, inyectado con drogas u otras sustancias, y ser estudiado desde cualquier ángulo con todo el circuito del órgano intacto.
Sólo existe un puñado de laboratorios que utiliza este acercamiento pues la preparación es muy difícil de hacer y muy costosa para ser el modelo de estudio del cerebro, pero es un nuevo acercamiento para descubrir más sobre los funcionamientos de éste órgano.

