Más allá del mal olor, la falta de higiene podría tener consecuencias negativas en la salud
Más allá del mal olor, la falta de higiene podría tener consecuencias negativas en la salud. Entre los mayores riesgos se encuentra el de infección, que podría suceder cuando las bacterias acumuladas sobre la piel entran al torrente sanguíneo.
El cuerpo humano está cubierto de 2 metros cuadrados de piel, conteniendo miles de vellos y alrededor de 2.6 millones de glándulas sudoríparas. Existen dos tipos de glándulas sudoríparas en el cuerpo: las ecrinas y las apocrinas, el sudor secretado por éstas últimas contiene proteínas y ácidos grasos que lo vuelven espeso y pueden darle una apariencia amarillenta o lechosa.
Las personas siempre estamos sudando, aún cuando no nos percatamos de ello. Una persona promedio suda entre uno 1 y 3 litros por hora, dependiendo del clima y el entorno. Curiosamente, el sudor en sí no emite ningún olor. El aroma pungente es causado por las bacterias al metabolizar las proteínas y ácidos grasos del sudor.
Entre más tiempo pase sin tomar un baño, la piel sudorosa acumula más microorganismos de los usual. (Te sorprenderán la cantidad de bacterias que habitan la piel humana). Estas bacterias, hongos y levaduras no representan un gran riesgo a la salud mientras se mantengan en la superficie de la epidermis, no obstante, si alcanzan el torrente sanguíneo podrían ser fatales.
La falta de higiene corporal provoca comezón y la necesidad de rascarse. Si se rasca demasiado y se rompe la superficie cutánea, podrían penetrarla las bacterias y causar serios problemas a la salud. Si bien es importante mantener una limpieza corporal adecuada, bañarse a diario podría tener efectos dañinos en la piel.

