Científicos explican por qué el tener más dinero no se traduce en mayor felicidad
Durante los últimos 50 años, se ha visto un crecimiento económico general a largo plazo y la calidad de vida ha aumentado significativamente en los países desarrollados. Entonces, ¿por qué no somos más felices que nuestros abuelos?
Para responder a la interrogante, la Universidad de Stirling en Reno Unido realizó un estudio, liderado por el Dr. Cristopher Boyce del Centro de Ciencias del Comportamiento de la misma universidad, en donde se analizó la información de 50 mil personas en Alemania y Reino Unido recolectada durante 9 años.
Tras examinar los datos obtenidos por el Panel Socioeconómico Alemán (SOEP, por sus siglas en alemán) entre 2001 y 2009, se encontró que la razón por la cual los niveles de felicidad no han aumentado junto con el incremento de ingreso radica en que es más intenso el dolor de las personas al perder dinero que su felicidad al ganarlo.
La investigación, publicada en la revista científica Psychological Science, ayuda a explicar la aversión al riesgo entre inversores; las caídas temporales en los ingresos tienen un mayor impacto en la sensación de satisfacción que las ganancias de la misma magnitud.
Los resultados sugieren que para incrementar el bienestar individual y de una sociedad, es preferible la estabilidad económica que un mayor crecimiento económico con mayor riesgo y volatilidad.

