En el espacio las moscas de la fruta sufren un envejecimiento prematuro que acorta su vida hasta un 30%
La microgravedad sí altera el comportamiento de los insectos. Las ‘moscas de la fruta’ (Drosophila melanogaster) expuestas a un ambiente ‘espacial’ se mueven con más rapidez, son más ‘aceleradas’. Esto lo comprobaron científicos durante un experimento realizado en un simulador magnético de gravedad en Nottingham, Reino Unido.
El estudio internacional confirmó los resultados obtenidos durante la misión ‘Cervantes’ en la Estación Espacial Internacional y los experimentos llevados a cabo en el hoy extinto transbordador Columbia.
El comportamiento de las moscas podría estar relacionado con el envejecimiento prematuro que sufren en el espacio, observado en anteriores estudios. Las moscas de la fruta tienen una esperanza de vida aproximada de tres meses, pero tras pasar un tiempo en ambientes de microgravedad su vida se acorta un 30% aproximadamente, explica Raúl Herranz, investigador del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC de España y autor del estudio publicado en la revista Interface de la Royal Society británica.
El simulador (emplea fuerzas magnéticas para compensar la gravedad) permite reproducir en un laboratorio las condiciones que se dan en el espacio. Desde hace años se realizan este tipo de estudios en plantas y animales como parte de la preparación que se lleva a cabo para las futuras misiones tripuladas de larga duración, como es la que se tiene programada a Marte.
Aunque una de las principales ventajas de estos sistemas es la posibilidad de repetir los experimentos si se produce algún error, también presentan limitaciones técnicas, como es el tamaño de la muestra (la cápsula en la que los insectos se introducen es muy pequeña, similar al de un dedal de coser). En la Estación Espacial las moscas se mueven en un contenedor del tamaño de una cajetilla de cigarros, lo cual no deja de ser un reducido espacio para que se desplacen con naturalidad. Por ello, estos levitadores resultan muy útiles para desarrollar en la Tierra experimentos piloto y reservar a la EEI los más importantes.
El tiempo que las moscas permanecen en el simulador varía según el experimento, desde unos cuantos minutos a tres días. Los insectos fueron sometidos tanto a un ambiento de microgravedad como de hipergravedad, a fin de observar su reacción cuando se produce cualquier variación. Fuente: CSIC