Las proteínas estimulan a células relacionadas con la vigilia y el gasto de energía; la glucosa reduce su actividad.
Un estudio realizado en la Universidad de Cambridge, dirigido por el Dr. Denis Burdakov, encontró que la proteína, no el azúcar, es la que mejor puede mantenernos despiertos y en alerta.
Los científicos examinaron un tipo de neuronas en el cerebro, llamadas orexinas, las cuales estimulan la vigilia y el gasto de energía. Descubrieron que la mejor forma para activarlas es a través de los aminoácidos encontrados en las proteínas.
A grupos de ratones les suministraron diferentes nutrientes, tales como carbohidratos y proteínas. Tras la prueba se observó que los aminoácidos estimulan a las células orexinas, mientras que la glucosa las bloquea o desactiva; es decir, la glucosa o azúcar en realidad lo que provoca es que el cuerpo no pueda ser capaz de mantenerse despierto y en alerta.
La baja de energía de las tres de la tarde se da cuando los carbohidratos que se comieron en el almuerzo han sido convertidos en glucosa, la cual reduce la actividad de las células orexinas. Los carbohidratos también provocan la producción de insulina, que aumenta la concentración de triptófano en la sangre. Aunque es un aminoácido, encontrado en la mayoría de las carnes, éste en particular tiene otra característica bioquímica y produce sueño.
En realidad no es malo, comentó Mónica Méndez Díaz, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM, en un comunicado:
“Se trata de un estado fisiológico que debería cumplirse, pero a veces es necesario evitarlo, sobre todo si después tenemos diversas actividades como son manejar, asistir a clase o regresar a la oficina”.
Al respecto, la investigadora narró que anteriormente existía el mito de que aparece porque toda la sangre que teníamos en el cuerpo se iba hacia el sistema digestivo, para así facilitar la absorción de los nutrientes. No obstante, ahora sabemos que no es así.
Algunos consejos para evitar el sueño después de la comida son:
- Evita ingerir alimentos con alto contenido en carbohidratos y grasas que eleven tus niveles de glucosa.
- Un desayuno saludable debe de contener alimentos como pan, cereales, yogurt o leche y evitará llegar a la comida con mucha hambre.
- Come menos grasa, ya que estos alimentos tardan más tiempo en digerirse y provocan la sensación de pesadez.
- La mejor opción es comer más ligero y comer alguna colación a media tarde, de esta manera mantienes tus niveles de glucosa estables y evitas sentirte cansado.
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Da una caminata luego de comer, esto te ayudará con el proceso de digestión y te relajará para finalmente volver con energía al trabajo o la escuela.

