Se trata de un material de fabricación humana con menos densidad y mayor resistencia que la espuma industrial
Recientemente investigadores colaboraron con científicos de la Universidad de California para diseñar un microentramado metálico (Metallic microlattice), una malla más ligera que la espuma de poliestireno, para los componentes aeroespaciales estructurales.
El material es tan ligero que puede estar encima de un diente de león sin aplastarlo. A pesar de su ligereza, el material soporta una tensión superior al 50 por ciento en las pruebas de compresión, y logra recuperar el 98 por ciento de su volumen una vez que la carga tecnológica es removida.
Dentro de los materiales ultra ligeros que forman parte de esta categoría se encuentran: aerosoles de sílice, aerosoles de nanotubos de carbono, espumas metálicas y espumas poliméricas. Estos materiales tienen menos de 10 miligramos por centímetro cúbico, y tienen arquitecturas celulares muy aleatorias.
Los estudios han comprobado que estos materiales tienen baja densidad, pero carecen de rigidez, resistencia, absorción de energía y no tienen la misma conductividad que otros materiales más pesados.
Debido a estas carencias, los investigadores crearon un material que estructuralmente es igual de ultraligero y robusto.
El componente está formado por una serie de tubos huecos. Los investigadores lo expusieron a una luz que es más sensible que la ultravioleta por medio de una máscara de modelado, lo que permitió que se creara un fotopolímero tridimensional.
Ya expuesto, se le pone una capa de fósforo y níquel a la red de polímero, para que así el material adopte una densidad de 0.9 miligramos por centímetro cúbico. Otros materiales, como los aerosoles de sílice, tienen una densidad de 1 mg/cm3.
A pesar de ser el material metálico más ligero durante un año, los científicos de la Universidad Técnica de Hamburgo y la Universidad de Kiel crearon el aerografito, un material de carbono que pesa solamente 0.2 mg/cm3.
Fuente: PopSci.