Padecen Memoria Autobiográfica Altamente Superior o, en otras palabras, nada se les olvida
Su memoria es extrema. Todo lo que captan lo guardan. Tienen en sus cerebros archivos de datos que sobrepasan la capacidad promedio del resto de los seres humanos. Han sido clasificados con Memoria Autobiográfica Altamente Superior (HSAM), Hipermnesia o Síndrome hipermésico, una extraña condición que genera registros muy precisos de eventos del pasado relacionados con la propia experiencia: desde un acontecimiento familiar a una plática, o lo que leyeron o escucharon en un día particular.
El síndrome recibió su nombre, hace apenas cinco años, del experto en memoria James McGaugh, neurobiólogo de la Universidad de California en Irvine. En 2006, el académico publicó un artículo sobre un estudio de seis años a una paciente con los síntomas. Quizá durante siglos, dice, hayan existido personas con memoria absoluta. El cuadro no es nuevo en la ficción: Jorge Luis Borges lo tocó en Funes, el memorioso.
En el mundo hay sólo 20 personas oficialmente diagnosticadas con HSAM, todas en Estados Unidos. Es un cuadro muy raro e inusual. El grupo de académicos que descubrió la HSAM trabajó con 10 casos, los únicos que habían detectado hasta entonces. Para llegar a reconocer el cuadro, los científicos establecieron sus parámetros: evalúan a los potenciales candidatos con un cuestionario de eventos públicos ocurridos durante los últimos 20 años, desde elecciones a competencias deportivas, entregas de premios o accidentes de aviación. Un poseedor de memoria autobiográfica superior podrá decir fecha precisa y día de la semana en que ocurrieron, además de otros detalles. Los que alcanzan más de 55% en este test son luego interrogados sobre experiencias más personales, que los investigadores contrastan con fotos o diarios proporcionados por familiares.
Aunque la mayoría de los pacientes festejan las ventajas de tener una ‘memoria privilegiada’, en otros casos esta condición ha complicado las relaciones con el entorno. Incluso hay un dato curioso: la mayoría de los pacientes de McGaugh no están casados ni tienen relaciones de pareja estables. “El manejo de la situación depende del carácter de cada individuo y las relaciones familiares u otras cercanas que tengan, no hay un único patrón aunque a veces las interacciones pueden ser complicadas”, dice el especialista.
La HSAM no puede ejercitarse, afirma el neurobiólogo; es una condición preexistente que se mantiene en el tiempo, a la que aún no se le ha encontrado explicación neurológica.
Para identificar su origen, el equipo de Irvine lleva a cabo una serie de resonancias magnéticas además de análisis genéticos. Hasta el momento, han logrado observar que algunas de las zonas del cerebro de los pacientes con HSAM son más grandes que las de un individuo con memoria normal.
Estas áreas cerebrales serían las mismas que se vinculan con conductas obsesivo-compulsivas: amontonar recuerdos es una analogía de la acumulación compulsiva de objetos. Los médicos están en proceso de proveer una interpretación científica a estos hallazgos, pero por lo pronto recomiendan que las personas con HSAM no se expongan a circunstancias traumáticas. No son buenos candidatos, por ejemplo, para enrolarse en el ejército e ir a una guerra. Vía: BBC Mundo

