Desarrollan método donde la lluvia ayuda a identificar defectos estructurales en las construcciones
Para probar la funcionalidad de un puente, los ingenieros usan algunos métodos que no necesitan mucha tecnología.
Una forma muy común para notar si hay problemas estructurales es arrastrar una cadena a través de la construcción. De esta manera se pueden escuchar los huecos que existan.
Ahora, la lluvia es otro método muy funcional para notar errores o defectos en los puentes.
Se ha comprobado que los puentes que tienen deficiencias en su estructura hacen un ruido específico cuando les cae agua. Los investigadores aseguran que este sonido se puede llegar a escuchar mientras llueve, y si se identifica a tiempo, se podría solucionar el problema antes de que empeore.
Brian Mazzeo y Guthrie Spencer, dos ingenieros de la Universidad de Brigham Young, descubrieron este sistema que puede ubicar problemas estructurales en materiales sólidos. Así, bautizaron al método como delaminación.
Las capas que se utilizan para construir un puente de concreto pueden llegar a separarse con el tiempo. Este factor es uno de los principales problemas que tienen los puentes antiguos.
Algunos métodos para diagnosticar el estado del puente, como el de la cadena, pueden tomar horas, entorpeciendo la circulación y conllevando a demás dificultades que afectan directamente a los ciudadanos.
Sin embargo, el método que usa la lluvia como un indicador es la solución más sencilla, pues no necesita mucho tiempo para realizarse, y no causa problemas de circulación.
A pesar que se habla mucho de lo funcional que es la lluvia para identificar dichos problemas, no se tiene que esperar a que una precipitación pluvial suceda: el sistema también puede ser aplicado de otras formas, por ejemplo, rociando agua sobre el puente desde algún vehículo.
Este esquema podría ser aplicado en otro tipo de industrias, como la aeronáutica. En esta industria, la delaminación (cuando la parte superior se torna más densa y se separa de la base mediante una capa fina de aire o agua) en las piezas de los materiales puede llegar a causar problemas en los vuelos, muchas veces resultando en accidentes aéreos.