Para los mosquitos, el escenario en donde les caen gotas de agua con el peso proporcional de un camión no es algo inusual. Cuando las tormentas se aproximan, los mosquitos deben combatir las gotas pluviales que, a pesar de tener el mismo tamaño, tienen una masa 50 veces mayor al insecto.
Según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los mosquitos tienen capacidades especiales para lidiar con las gotas de lluvia, aún cuando reciben un impacto directo en medio de sus alas.
Tomando en cuenta el peso de la gota, el impacto arrastraría hacia abajo al insecto en lugar de salpicarse por el choque, lo que provoca una transferencia de fuerza al mosquito.
Es por eso que el mosquito posee pelos hidrófobos en su cuerpo y patas alongadas para crear un efecto de roce. Esto permite que el mosquito se deslice por debajo de la gota de lluvia antes de poder empaparse con una aceleración mayor del impacto.
La gota no choca contra el cuerpo en un “golpe catastrófico” y ni siquiera llega a romperse.
David Hu, profesor de ingeniería mecánica en el Instituto de Tecnología de Georgia, y líder del estudio, utilizó una cámara de alta velocidad para bombardear a mosquitos Anopheles con gotas de agua y capturar el resultado de 4 mil cuadros por segundo.
“La gota empuja al mosquito hacia abajo sin romperse. Para explicar por qué la fuerza del impacto es tan reducida, me gusta usar una analogía con el tai chi, que requiere movimientos lentos para reducir la fuerza de impacto del combatiente opositor”.
Así, el equipo de Hu también encontró que el mosquito no está completamente a salvo de fuerzas generadas por la colisión de una gota pluvial.
Esta aceleración produce el mayor riesgo para los mosquitos: volar cerca del suelo.
Aquí está la razón práctica del estudio de Hu: en años recientes, se han desarrollado aeronaves militares verdaderamente pequeñas conocidas como Micro Air Vehicles (micro vehículo aéreo).
Con el estudio de Hu, se les implementaría aplicaciones y tecnología que pueda anular la gotas de lluvia de la misma manera en que lo hace un mosquito.

