Un estudio sugiere que una nueva cepa de la bacteria que provocó dos de las plagas más devastadoras de la historia podría emerger en un futuro
Un equipo internacional de investigadores descubrió que dos de las plagas más devastadoras de la historia de la humanidad, la peste negra y la plaga de Justiniano, fueron causadas por sepas distintas de un mismo patógeno. Mientras que una murió la otra regresó a finales de 1800. El hallazgo sugiere que una nueva cepa de la plaga podría emerger en un futuro.
Científicos de varias instituciones, incluyendo la Universidad de Sidney, la Universidad de McMaster y la Universidad de Arizona del Norte, aislaron minúsculos fragmentos de ADN de los dientes de dos víctimas de la plaga de Justiniano enterrados hace 1,500 años en Bavaria, Alemania. Posteriormente, reconstruyeron el genoma de Yersenia pestis, la bacteria responsable, y lo compararon con una base de datos de cepas actuales.
Encontraron que la cepa causante de la plaga de Justiniano era distinta de la que luego provocó la peste negra y otras pandemias consecutivas. La plaga del Justiniano brotó en el siglo VI y se propagó entre Asia, África, Arabia y Europa, matando entre 30 y 50 millones de personas, es decir, mitad de la población mundial de la época. Cerca de 800 años después surgiría la peste negra, cobrando la vida de 50 millones de europeos entre 1347 y 1351.
Se sabe que a través de la historia, la bacteria Y. pestis ha sido transferida de roedores a humanos. Actualmente, reservas de la plaga existen en estos animales alrededor del mundo. Afortunadamente, hoy en día contamos con antibióticos que dificultan el crecimiento de una plaga a tales magnitudes. El estudio, publicado en la revista The Lancet Infectious Disease, podría ayudar a los expertos a entender por qué desapareció la plaga en un primer lugar, así como a comprender la dinámica detrás de las enfermedades infecciosas modernas.