Arquitectos diseñaron un rascasuelos futurista que, de ser realidad algún día, tendría 65 pisos subterráneos
En contraste con los templos mexicas sobre los que se edificó la Ciudad de México, un estudio de arquitectura desarrolló un proyecto futurista que también considera la construcción de una pirámide en el corazón de lo que fue México Tenochtitlan, sólo que hacia el subsuelo, en el Zócalo, una de las plazas más majestuosas del mundo.
El ‘rascasuelos’ es una construcción piramidal de 65 pisos (los primeros 10 serían destinados a un museo dedicado a las culturas maya y azteca, con piezas prehispánicas que se recuperarían durante la excavación) hasta 300 metros bajo tierra, donde podrían vivir miles de personas. Una abertura central permitirá que la luz solar alcance todas las plantas subterráneas. Y en caso de un sismo, el diseño en forma de cuña soportaría las presiones laterales. El proyecto es del consorcio Bunker Arquitectura.
La superficie del Zócalo, que es de 57,000 metros cuadrados (240 x 240 metros), en lugar de las planchas de cemento actuales, sería de vidrio, por lo que las manifestaciones culturales y políticas que con frecuencia se llevan a cabo ahí, no se verían afectadas.
Los diseñadores tuvieron esta idea porque en el Centro Histórico del Distrito Federal no quedan terrenos libres para oficinas, comercios formales, espacios residenciales u otras infraestructuras, y la mayoría de los edificios de la zona son patrimonio cultural, por lo que las leyes federales y locales prohíben que sean demolidos, además la ley de urbanismo impide que se construyan torres de más de 8 pisos. Eso deja una sola dirección en la que construir: hacia abajo. Y aunque habría que realizar estudios de mecánica de suelos y espectro del sitio (la Catedral Metropolitana registra un hundimiento), aseguran que el actual alcance tecnológico permite enfrentar retos que antes eran inimaginables.
El proyecto, diseñado por los arquitectos Arief Budiman, Diego Eumir, Guillermo Bastian y Adrian Aguilar, dirigidos por Emelio Barjau, fue presentado en el concurso anual de rascacielos que organiza la revista de arquitectura eVolo. Quizá nunca se construya, debido a los permisos y estudios preliminares, sin embargo no deja de ser una propuesta interesante. ¿Qué te parece?