La respuesta corta: porque lo ordenan la ley judía (La Torá) y el Corán. Se trata básicamente de prohibiciones religiosas.
Los musulmanes tampoco comen carne de animales de presa –– león, tigre, leopardo y víboras ––, o de especies domesticadas –– gatos, perros o ratas ––, los cuales son considerados por las leyes islámicas como animales impuros.
En el Corán se puede leer el siguiente párrafo:
“Os están vedados lo mortecino, la sangre, la carne de cerdo y todo lo que haya sido sacrificado con la invocación de otro nombre que no sea el de Dios; los animales estrangulados, los ultimados a golpes, los muertos a causa de una caída o cornada, los atrapados por una fiera –– salvo que haya sido sacrificado ––, y los cobrados por las flechas (en la caza), porque ello es una profanación”.
Entre los judíos, como parte de sus normas sobre la alimentación kosher, en el Antiguo Testamento hay esta sentencia: “Nada abominable comerás”.
Entre los animales que se pueden comer están:
- Buey
- Oveja
- cabra
- Ciervo
- Gacela
- Cabra montés
- Antílope
Y todo animal de pezuñas, que tenga hendidura de dos uñas, y que rumia entre los animales.

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¿Por qué no a la carne de cerdo?
Parece ser que la explicación radica en una frase escrita en el Levítico (libro sagrado):
“Todo animal de casco partido y pezuñas hundidas y que rumia, lo comeréis.”
Y por tanto, al ser el cerdo un animal que divide la pezuña, pero que no rumia, eso lo hace abominable.
Parece ser que el motivo primario que instiga este asco hacia el cerdo es que no es un animal rumiante.
En el antiguo oriente medio se criaban animales rumiantes, es decir, que son capaces de ingerir únicamente vegetales ricos en celulosa. Mientras que vacas, cabras y ovejas sólo necesitan de algún lugar con plantas para alimentarse, el cerdo necesita algo más para comer si quieren ganar peso, y por tanto, sus dueños le debían alimentar con parte de su cosecha.
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Los rumiantes también eran fuente de estiércol por los campos, fuerza de tracción y proporcionaban vestimentas. Estos razonamientos parecen tener cierta lógica y empiezan a dar sentido a que los cerdos fueran mal vistos en la antigüedad.
En cuanto a temas nutricionales, los cerdos no estaban bien adaptados al clima del antiguo Oriente Medio. Mientras que los rumiantes pueden vivir largos periodos sin agua, son capaces de termoregularse a través de la respiración y tienen un pelaje que los protege del sol.
El islam nació en pueblos semíticos (igual que los hebreos) en una región donde vivían grupos de judíos.
La prohibición de comer ciertos animales bien pudo deberse a un tabú común o a influencias de las leyes judías.

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