¿En qué esquela o códice están inscritas las profecías mayas?, ¿Cuál es la evidencia? Conoce de dónde surgió todo.
II
Otra interpretación, la más aceptada entre quienes creen en profecías, es que lo que se presentará es un cambio en la conciencia cosmológica de las personas y que el planeta debe entrar en un periodo de regeneración y purificación que iría de 1997 al 2012 (esto lo escribo en 2011 y no se aprecia ese cambio).
Y la tercera es que así como nuestro calendario termina el 31 de diciembre de cualquier año, se terminaría un ciclo para los mayas, por lo que, como no se termina el mundo, ni cambia nada el 31 de diciembre, tampoco el 21 de diciembre del 2012 tendría que pasar algo.
Los datos duros.
Pero, ¿de dónde ha salido todo esto?:
El 21 de diciembre de 2012 es la fecha cuando, según los que se han dedicado a descifrar la simbología maya, este pueblo termina de contar el tiempo; los mayas eran unos extraordinarios observadores de los movimientos de los astros y desarrollaron un almanaque muy exacto, para ser precisos, ellos tenían dos calendarios en los cuales basaban su vida, que correspondían a dos ciclos con usos independientes: uno era el que podríamos denominar calendario de cuenta corta, de 365 días, el cual a su vez se divide en el calendario sagrado que contiene 18 meses de 20 días cada mes, y el civil, llamado Haab, con 13 meses de 20 días, más cinco días que se sumaban al final del año, que denominaban huayeb.
Éste era muy parecido al calendario moderno, pues se basaba en el movimiento de la Tierra en torno del Sol y, de acuerdo a su escritura en piedra que ha sido descifrada, les servía para determinar épocas de siembra y cosecha, pronosticar eclipses solares, lunares y otros movimientos de cuerpos celestes, tales como los del planeta Venus.
El otro era su calendario de cuenta larga, en el cual establecieron su origen, de acuerdo con la mayoría de los estudiosos, el 13 de agosto del año 3144 a.C.; ellos pensaban que los mundos duraban 13 periodos de 400 años de 360 días cada año, a cada uno de los cuales denominaban baktún; es decir, un total de 1.872,000 días. Entonces, si a ese amanecer de su cultura le sumamos los 1.872,000 días que los mayas establecen como duración de un mundo, la fecha resultante para que se acabe éste es el 21 de diciembre del 2012, cuando llegaría el fin del Quinto Sol o Cuarto mundo.
Pero de ahí a que sean ciertas tales predicciones hay un gran trecho. La astrónoma mendocina Beatriz García, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas Técnicas de Argentina y docente de la UTN, sustenta que las profecías mayas no son tales. “Tienen su origen en un texto de Frank Waters, escritor especulativo que en 1975 publicó el libro ‘Misticismo mexicano’, en el cual le da identidad de profecías a las inscripciones en siete jeroglíficos, adoptando una interpretación personal y errónea de esos ideogramas”, aseguró la especialista.
Y vayamos más allá, hasta 1957, cuando Maud Makenmson, mientras estudiaba el calendario de Cuenta Larga, sugirió que la finalización del periodo de 13 baktunes (que cae en 2012) podría ser una fecha importante para los mayas.
Basándose en lo planteado por Makemson, en 1966 Michael Coe vaticina que al terminar el decimotercer baktún llegará el Armagedón, que destruirá el universo como lo conocemos; es decir, de la primera propuesta, Coe se fue hasta la cocina, pues valga apuntar que el concepto de Argamedón es netamente de la cultura religiosa occidental, no de las precolombinas.
De ahí surge, a su vez, la concepción de Waters, quien es el primero que habla de los siete jeroglíficos proféticos. Aquí cabría aclarar que los mayas no profetizaban, más bien predecían sucesos astronómicos basados en su profundo conocimiento del cosmos. ¿Qué opinas?