Contrario a lo que se cree, suele resultar contraproducente
¿Alguna vez has notado que entre más personas trabajan en una misma tarea, menos se avanza en el trabajo? A veces, el trabajo en equipo resulta contraproducente, algo que los científicos han notado desde los años 1800 y han denominado “pereza social”.
La razón por la cual los proyectos grupales pueden resultar poco productivos, es que proporcionan el camuflaje perfecto para la holgazanería. Si muchas personas están encargadas de realizar una tarea, no notarán si alguien no cumple con su parte, y aunque lo noten, probablemente estarán haciendo lo mismo. Además, los grupos de trabajo suelen tener problemas de comunicación y logística, los cuales retrazan la elaboración de las tareas.
A menudo, este fenómeno es denominado el efecto Ringleman debido al investigador alemán Max Ringelmann (1861-1931) quien condujo un experimento para demostrar su funcionamiento. Pidió a voluntarios jalar una cuerda conectada a un medidor de fuerza. Primero, jalaron solos y después en grupo. Encontró que tres personas proporcionaron dos veces y medio la fuerza de una sola persona. En contraste, ocho personas únicamente aumentaron la fuerza cuatro veces. Entre más gente había jalando la cuerda, más disminuía el esfuerzo individual de cada persona.
Si bien el trabajo en equipo tiene sus ventajas, es importante mantener un número reducido de integrantes. De lo contrario, la tarea tardará más tiempo en realizarse y probablemente no estará bien ejecutada (al menos no tan bien como la lograrías tu solo).

