Aseguran haber encontrado en Siberia pruebas de que este personaje existe
La legendaria criatura habitaría en una cueva de Azásskaya, en Kémerovo, al sur de Siberia, donde una expedición internacional, encabezada por Igor Burtsev, un científico ruso que ha estado buscando homínidos prehistóricos desde hace más de cuarenta años, dice haber encontrado pruebas de que el ‘Abominable hombre de las nieves’, Yeti, Bigfoot, Sasquatch o Pie Grande, sí existe. Estarían siendo analizadas en laboratorio.
En una conferencia en la ciudad de Tashtagol, a unos 2,000 kilómetros al este de Moscú, los científicos de Canadá, Estados Unidos, Estonia y Suecia, informaron tener 95% de pruebas de su existencia.
El Yeti y sus historias han encantado a varias generaciones. Unos lo ven como un mito con tintes turísticos similar al monstruo del lago Ness, pero ahora estos científicos afirman que es real. Aseguran haber hallado pelos, huellas, extrañas construcciones piramidales de troncos y ramas, algunas de 30 centímetros y otras de hasta tres o cuatro metros de altura, y un lecho. “El lecho estaba hecho de una capa gruesa de hierba. Tenía una longitud de aproximadamente tres metros de largo y un metro de ancho. Yo me acosté en él, y era muy cómodo y suave”, aseguró Burtsev a la BBC.
Sin embargo, a pesar de las ‘evidencias’, el científico reconoció que nunca ha visto al Yeti. “No les gusta ser vistos o fotografiados y viven en lugares remotos, lejos de las personas, además tienen telepatía. Sienten la intensidad con que las personas los quieren ver, por lo que se esconden o desaparecen del lugar”, explicó.
Yeti es el eslabón perdido entre el hombre de Neandertal y los seres humanos modernos. Una de las hipótesis señala que es un homínido relicto, es decir, mamífero perteneciente al orden de los primates y al género del hombre. Sería más robusto que un hombre, con manos alargadas, cuello corto, cuerpo cubierto de pelo y caminar erguido sobre dos pies, con capacidad de trepar por los árboles. En la región podría haber alrededor de 12 o 15 de ellos. Por lo general viven en familias donde hay un varón, una hembra, y uno o dos hijos, explicó el director del Centro Internacional de Hominología.

