Esta es la historia de Takahiro Shiraishi, el “asesino de Twitter” que escondía los cuerpos de sus víctimas en su apartamento.
Aiko Tamura quería terminar con su vida. Por ello, cuando la joven de 23 años desapareció sin dejar rastro en el otoño de 2017, sus cercanos comenzaron a sospechar lo peor. A pesar del shock, su hermano decidió actuar, recurriendo a las redes sociales de Aiko para indagar qué había sucedido con la chica. Después de horas leyendo conversaciones, publicaciones depresivas y likes aleatorios, encontró una serie de tuits que relacionaban a su hermana con un tal “Hanging Pro” (profesional del ahorcamiento). Guiado por sus instintos, Tamura siguió el rastro que dejó el misterioso usuario. Su hallazgo no solo permitió descubrir el triste paradero de Aiko, también reveló los terribles actos de Takahiro Shiraishi, un asesino serial japonés que contactaba a sus víctimas a través de Twitter.
Esta es la historia de uno de los criminales más sanguinarios de Japón y cómo la búsqueda realizada por un hombre preocupado por su hermana llevó a su captura y al descubrimiento de una macabra “fosa común” en una casa del centro del país asiático.
¿Quién fue el asesino de Twitter?
Takahiro Shiraishi, nacido el 9 de octubre de 1990, parecía ser un hombre ordinario de la ciudad de Zama, en la prefectura de Kanagawa. Sus vecinos lo veían como un muchacho tranquilo, sus redes lo mostraban como un tipo tan social como cualquier adulto de su edad y una de sus exparejas incluso lo señaló como “un sujeto gentil”.
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Sin embargo, la imagen que Shiraishi proyectaba en público era muy diferente a su verdadera personalidad. De esto se dieron cuenta muchos cuando el joven fue arrestado y acusado de violar la Ley de Seguridad en el Empleo de Japón después de engañar a una docena de mujeres para trabajar en centros nocturnos donde terminaron siendo obligadas a prostituirse.

Después de salir bajo fianza, se mudó a una casa de los suburbios de su ciudad. Ahí, guiado por sus malsanos deseos sexuales por controlar y dañar a jóvenes indefensas, Takahiro creó varias cuentas de Twitter donde buscaba a mujeres con instintos suicidas. Su predilecta fue registrada bajó el usuario @hangingpro.
Los crímenes de Takahiro Shiraishi
Según consta en documentos de la policía de Japón, Takahiro Shiraishi subía publicaciones donde prometía “terminar con el sufrimiento” de personas con tendencias suicidas. El ofrecimiento era claro: “Si no puedes ayudarte a ti mismo, yo te puedo ayudar”. En agosto de 2017, una joven de 21 años contactó a @hangingpro para “solicitar sus servicios”.
Tras invitarla a su casa y manipularla para “vivir con él” a cambio de un pago de $521 mil yenes –poco más de $3,800 dólares– , Shiraishi la asesinó. Dentro de sus confesiones, el japonés señaló que estranguló a su primera víctima hasta el desmayo, la violó y después la ahorcó con una soga. Una vez que la mujer murió, comenzó a buscar como deshacerse de ella. Con la guía de un tutorial en internet, Takahiro desmembró el cuerpo. Algunos de los restos terminaron en un refrigerador lleno de arena para gato.

Al descubrir el “éxito” de su primer crimen, el “profesional del ahorcamiento” repitió el proceso una y otra vez. Siempre recurrió a Twitter para encontrar a sus potenciales víctimas.
¿Qué pasó con el asesino de Twitter?
Entre agosto y octubre de 2017, Takahiro Shiraishi se encontró con nueve personas entre 15 y 25 años, ocho de ellas eran mujeres. La última fue Aiko Tamura, quien publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en donde afirmaba querer quitarse la vida. Como respuesta había un tuit de @hangingpro: “Muramos juntos”.
Cuando el hermano de Tamura encontró el mensaje, avisó de inmediato a las autoridades. También se puso en contacto con una chica que aseguraba saber quién era el hombre detrás de la cuenta. Como parte de un operativo secreto, la mujer pidió reunirse con el tuitero en un lugar público. Takahiro Shiraishi llegó a tiempo, pero regresó a casa al encontrar que su cita lo había abandonado.

Justo al llegar a su departamento, agentes del orden lo detuvieron y lo interrogaron sobre el paradero de Aiko. Atrapado, el asesino y violador serial señaló hacia el congelador donde había guardado algunas partes de todas sus víctimas.
La condena del asesino serial de Takahiro Shiraishi
El 31 de octubre, la policía local encontró más de 230 restos pertenecientes a 9 personas. El interrogatorio practicado a Shiraishi permitió que se conocieran su modus operandi, sus métodos crueles de asesinar y las razones que lo llevaron a quedarse con los cuerpos: quería evitar ser atrapado.
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La sociedad japonesa siguió el caso horrorizada. Los medios, gracias a su forma de enganchar a sus víctimas, llamaron a Takahiro “el asesino de Twitter”. En 2020, tras un largo juicio, fue condenado a muerte por el brutal asesinato de Kureha Ishihara, de 15 años; Natsumi Kubo y Akari Suda, de 17; Hinako Sarashina, de 19; Mizuki Miura, de 21; Kazumi Maruyama, de 25; Hitomi Fujima, de 26; Shogo Nishinaka –el único hombre de la lista– y Aiko Tamura.
Actualmente, Takahiro Shiraishi espera su ejecución en una cárcel de Japón. El caso, además, motivó el cambio de ciertas normas en Twitter que esperan evitar que esta historia se repita.
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