Sitios donde vive la aventura y las pirámides arqueológicas susurran historias de tiempos inmemoriales.
La oferta cultural, gastronómica y de entretenimiento del estado de Michoacán es tan versátil como generosa. Pero, si fuese necesario elegir un lugar que tenga un poco de todo lo anterior, con un extra de historia de los pueblos nativos de la región, la elección sería Ciudad Hidalgo. Para un toque más cercano a lo natural, en el marco de un pueblo pintoresco, lleno de tradiciones y paisajes inolvidables, tu elección debe ser Zitácuaro. Pero, ¿por qué no los dos? Aquí, información para que conozcas un poco más y te decidas a visitarlos.
Zitácuaro: lugar de aventura
Aunque no se sabe con exactitud de dónde proviene la palabra Zitácuaro, se dice que su significado equivale a ?lugar o santuario de los mayores?. Este municipio, ubicado en el Valle de Quencio, ofrece la oportunidad de disfrutar de la naturaleza de modos infinitos, gracias a sus inmensos paisajes verdes. Pero eso no es todo, a pocos minutos de Zitácuaro está la Presa del Bosque, hogar de garzas y patos que llegan durante el invierno.
Si te gusta el deporte al aire libre, considera la idea de dar un paseo en bicicleta de montaña, realizar caminatas por sus veredas o remar en lancha. Y para la hora de comer, aprovecha los negocios que ofrecen platillos típicos preparados con las truchas que se crían en la presa. Si aprovechas los días de Semana Santa para visitar Zitácuaro serás testigo de la Procesión de Cristos. En ella, verás el paso de 43 figuras religiosas, entre ellas algunas que datan del siglo XVI.

