Esta es la historia de Chandrakant Jha, el asesino serial indio cuyos terribles crímenes le valieron ser llamado ‘El Carnicero de Delhi’.
20 de octubre de 2006. Una llamada anónima alertó a la policía sobre un terrible “regalo” que les esperaba afuera de la cárcel de Tihar, en la India. Se trataba de un cuerpo mutilado, acompañado por una carta en donde el asesino desafiaba a las autoridades a capturarlo. Durante los siguientes meses, restos de otras dos personas fueron descubiertos en las calles de la capital del país asiático. Los medios, al enterarse de la investigación que la policía realizaba al respecto, llamaron al fugitivo: ‘El Carnicero de Delhi’.
Dos días después del hallazgo del tercer cuerpo, en mayo de 2007, la policía capturó al asesino serial. El sospechoso –un foráneo llamado Chandrakant Jha– no solo aceptó sus crímenes, sino que confesó su modus operandi, la extraña forma en la que justificaba los asesinatos y las razones por las que decidió retar a quienes debían capturarlo. Solo puso una condición para romper el silencio: sus interrogadores no debían golpearlo.
¿Quién fue “El Carnicero de Delhi”?
Chandrakant Jha, un hombre de bajos recursos que migró de su ciudad natal –Madhepura, Bihar– a la capital de India cuando tenía 18 años, contó la “complicada vida” que había tenido antes de convertirse en un asesino serial durante los múltiples interrogatorios que la policía condujo para saber sobre sus crímenes y víctimas.
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Según dijo, tan pronto como llegó a Delhi se enfrentó a un panorama poco favorecedor. El trabajo que consiguió no le permitía mantenerse y mucho menos pensar en iniciar una familia junto a su esposa. Por ello, tuvo que buscar otras alternativas en las calles y mercados de la zona. Ahí fue donde conoció a ‘Pandit’, el líder del sindicato de vendedores ambulantes de la capital. En 1998, mientras sostenían una ligera discusión laboral, Chandrakant cortó al cacique con un cuchillo. Días más tarde, este murió.

Sin realizar las investigaciones correspondientes, elementos de la policía arrestaron a Chandrakant Jha y lo encarcelaron en la prisión de Tihar. Su esposa también fue detenida y puesta tras las rejas. Por años, el foráneo fue sometido a constantes ejercicios de brutalidad policiaca que incluyeron tortura, interrupción de sus comidas y humillarlo frente al resto de los prisioneros.
Los horribles crímenes de Chandrakant Jha
En 2002, tras casi cuatro años de detención, las autoridades indias determinaron que no había las evidencias suficientes para culpar a Jha por el asesinato de ‘Pandit’ y lo dejaron libre. El investigador Narendra Pehalwan no estuvo de acuerdo con el fallo judicial. Con el paso de los años, las cosas comenzaron a marchar con aparente normalidad en la vida de Jha: se casó por segunda vez, tuvo cinco hijos y obtuvo un trabajo estable.
Cuando un cuerpo apareció fuera de la cárcel de Tihar en 2006, Pehalwan no tardó en relacionar el crimen con uno que había investigado ocho años antes. La identificación de dos cuerpos más, completamente mutilados y embalados, confirmó sus sospechas. Nuevamente, Jha fue detenido.

En los interrogatorios, Chandrakant hizo una sorprendente revelación: no solo había matado a las tres personas que encontraron entre 2006 y 2007, también había asesinado a ‘Pandit’ en 1998 y a otras personas en la última década. Contó que en 2003, decidió acabar con la vida de uno de sus amigos –Shekhar– porque le molestaban sus problemas con el alcohol. Ese mismo año asesinó a Umesh, a quien acusó de traicionarlo y en 2005, masacró a otro de sus cercanos –Guddu– por su “extravagante estilo de vida”. Las tres personas a las que dejó en las calles en 2006 y 2007 también habían sido conocidos suyos: Amit, cuyo único pecado era ser mujeriego; Upender, que había tenido un romance con la hija de uno de sus amigos y Dalip, a quien había matado por no ser vegetariano. La mayoría, por cierto, eran migrantes de su pueblo.
El asesino dejaba los restos y las cartas con retos a la policía a modo de burla. Ya se había librado de la justicia en alguna ocasión y pensaba hacerlo otra vez.
¿Qué pasó con “El Carnicero de Delhi”?
En sus encuentros con la policía, “El Carnicero de Delhi” también confesó que cortaba a sus víctimas con un cuchillo de cocina y arrojaba sus cabezas al río para ayudarlos a trascender. Este comentario hizo que investigadores quisieran saber un poco más sobre su fe y buscaran referencias en su pueblo. Al entrevistarse con gente que conoció a Jha, se enteraron que el hombre tenía un pasado violento y que muchos sospechaban que había matado a decenas de personas antes de llegar a Delhi. Incluso tenían fotos que, aseguraban, el asesino serial había tomado a sus presas.
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Con la evidencia recabada, las autoridades pudieron acusar a Chandrakant solo de tres cargos: los asesinatos de Umesh en 2003, Amit en 2006 y Dalip en 2007. Después de un largo juicio mediático, un jurado decidió que Jha era culpable y lo condenaron a dos sentencias de muerte y una cadena perpetua en 2013. Tres años después, las sentencias a muerte fueron reducidas a condenas de por vida. Las cumpliría en la prisión de Tihar, justo donde había retado a la policía a encontrarlo.
En enero de 2022, “El Carnicero de Delhi” intentó objetar su pena. El resultado fue el esperado. El hombre terminará sus días en la cárcel.
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