No es magia, sólo ciencia…
Dentro de las profundidades de una isla en Nueva Zelandia, se encuentra un universo subterráneo mágico de color azul-verde.
Aunque puede parecer pura fantasía, estas cuevas son muy reales. Su interior oscuro es vuelve a la vida por los gusanos de resplandor, o arachnocampa luminosa.
El fotógrafo de Auckland, Joseph Michael documentó las cuevas que los expertos estiman datan de unos 30 millones de años.
Los gusanos de brillo son las larvas del mosquito hongo, un tipo de mosca que se asemeja a un mosquito.
Los gusanos se encuentran sólo en Nueva Zelanda y el este de Australia. Los gusanos australianos tienen luces más pequeñas y tienden a permanecer en grupos más pequeños.
La primera parte del nombre de la especie, arachnocampa, significa "gusano araña", y se refiere a la red de hilos de seda que usan los gusanos para atrapar a su presa.
Los techos de las cuevas son grandes hogares para las larvas, que a menudo residen en grupos de cientos, debido a su superficie húmeda.
La luz brillante que emiten los gusanos les ayuda a atraer sus alimentos – otros insectos.
Muchos otros animales también son bioluminiscentes, lo que significa que hacen luz. La mayoría de las criaturas bioluminiscentes viven en el océano, donde sus destellos suelen ser la única fuente de luz.
Si la luz entra en la cueva, los gusanos se vuelven invisibles al ojo humano.
Los insectos son activos por la noche.