Virginia Woolf era una mujer que hablaba sobre las dificultades de exponer sus ideas a través de la escritura en el tiempo que le tocó vivir.
“La vida es sueño; el despertar es lo que nos mata”, Virginia Woolf
Para muchos es símbolo de rebelión, para otros exponente del movimiento feminista y de la literatura moderna, pero para algunos más es simplemente una genio de la escritura.
Virginia Woolf era una mujer que hablaba sobre las dificultades de exponer sus ideas a través de la escritura en el tiempo que le tocó vivir, tal como lo expresa en su ensayo más famoso Una habitación propia (1929)
La autora de obras como La señora Dalloway (1925), Al faro (1927), Orlando (1928) y Las olas (1931) luchó casi toda su vida con su salud mental, pues fue diagnosticada con demencia y trastorno bipolar.
Durante su vida sufrió de crisis nerviosas y depresivas, de las cuales sentía que empeoraba y que no podía recuperarse. Su pensamiento, las crisis que vivía, su niñez entre libros, la muerte de su madre, la Primera y Segunda Guerra Mundial, así como el rol de la mujer del siglo XX están plasmadas en sus letras.
Hitler la consideraba una enemiga a abatir. El nombre de la autora y el de su marido Leonard estabanapuntados en la lista negra del dictador. Ellos no lo sabían. No obstante, planeaban quitarse la vida en el caso de que Alemania acabara invadiendo Gran Bretaña pues, siendo Virginia una renombrada intelectual y su marido judío, sabían que tarde o temprano acabarían yendo a por ellos.
Su muerte
Durante su vida, sufrió una enfermedad mental hoy conocida como trastorno bipolar. Después de acabar el manuscrito de una última novela (publicada póstumamente), Entre actos, Woolf padeció una depresión parecida a la que había tenido anteriormente. El estallido de la Segunda Guerra Mundial, la destrucción de su casa de Londres durante el Blitz y la fría acogida que tuvo su biografía sobre su amigo Roger Fry empeoraron su condición hasta que se vio incapaz de trabajar.
El 28 de marzo de 1941, Woolf se suicidó. Se puso su abrigo, llenó sus bolsillos con piedras y se lanzó al río Ouse cerca de su casa y se ahogó. Su cuerpo no fue encontrado hasta el 18 de abril. Su esposo enterró sus restos incinerados bajo un árbol en Rodmell, Sussex.
Antes de suicidarse, le dejo una carta a su esposo, el periodista Leonard Woolf:
Querido:
Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que estoy haciendo lo que me parece mejor. Me has dado la mayor felicidad posible. Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser. No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más. Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás. Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirte que. Todo el mundo lo sabe. Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú. No me queda nada excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.
No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros.
V.

