Manshiyat Naser se encuentra al este de El Cairo, la capital egipcia. Allí se clasifican a diario 10.000 toneladas de basura diarias.
Su nombre original es Munsha’āt Nāṣr. Al buscar en Google, también podemos ubicar este lugar como Manshiet Nasser o Manshiyat Naser. Este sitio es bien conocido porque en él habitan los zabbaleen (“gente de la basura”), personas que se dedican a vivir de lo que recolectan de la basura para venderla a empresas recicladoras. Ello ha llevado a que Manshiyat Naser se conocida como la “Ciudad de la Basura”.
Este sitio se encuentra al este de El Cairo, la capital egipcia. Allí se clasifican a diario 10.000 toneladas de basura, una labor que llevan a cabo en su mayoría mujeres y niños, mientras que los hombres son los que se encargan de la previa recolección.
Casi todos son cristianos coptos que acuden a las ceremonias religiosas en la Iglesia de San Sama’ans, tallada en el interior de una cueva y con capacidad para 15.000 personas.

Según un reportaje del periódico The New Yorker de 2019, esta ciudad alberga a 262 mil habitantes en total. Su vida se lleva a cabo en medio de calles atestadas de desechos. Las casas tienen sus techos y patios igualmente rebasados de bolsas sobre bolsas de basura.
Una buen parte de Manshiyat Naser no forma parte de los circuitos turísticos de El Cairo. Es la cara oculta de la ciudad por donde los turistas no se aventuran a menudo. La causa es que la vida allí no ofrece las comodidades esenciales: agua potable, sistemas de alcantarillado, o redes de electricidad. Aunque no faltan los visitantes que se ven atraídos por ver cómo es la vida en la Ciudad Basura.
“Para nosotras, las mujeres, la falta de agua es una pesadilla. ¿Cómo pueden mis hijos librarse de las burlas de sus compañeros de clase por su condición de zabalín si no van limpios a la escuela?”, dice una habitante de este sitio en entrevista para El País.

La basura que sale de las zonas más acomodadas de El Cairo van a dar a las casas de quienes viven en Manshiyat Naser, por lo tanto, sus habitantes hacen una labor esencial. Los zabbaleen viajan de casa en casa recolectando la basura y aprovechando lo que se pueda de ella para su subsistencia. Lo otro lo venden para obtener dinero.
El modo de desplazamiento de los zabbaleen son animales de carga o vehículos viejos, por lo tanto, además de cantidades incontables de basura, en las calles de Manshiyat Naser también es frecuente ver animales como burros, vacas, cabras y otros más domésticos como perros.

Manshiyat Naser es un mal necesario, tomando en cuenta que el Área Metropolitana de El Cairo nunca llevó a cabo proyectos eficientes para recolectar la basura. Fue así que los habitantes de esta periferia de la capital egipcia vieron una oportunidad para ganarse la vida.
Nadie puede decir que los recolectores de basura no son expertos en lo que hacen: el 90 por ciento de la basura que llega hasta el barrio es reciclada, algo que incluso algunas empresas recicladoras de occidente no alcanzan a lograr.

En medio de construcciones grises y a medio construir, se pueden ver algunas propiedades pintadas con vibrantes colores. Algunas personas también subsisten con la venta de frutas o dulces en las calles, que rompen un poco con la monotonía de la basura acumulada.
En 2009 se lanzó un documental de nombre Garbage Dreams, que ganó el premio Al Gore Reel Current Award. En este material se dio a conocer el modo de vida de sus habitantes y los secretos en torno a Manshiyat Naser.
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