Esta es la historia de cómo el asesinato de la socióloga María Marta García Belsunce se convirtió en uno de los crímenes más famosos en Argentina.
27 de octubre de 2002. Las calles del country club Carmel, en una de las zonas más exclusivas de Buenos Aires, se llenaron de murmullos. María Marta García Belsunce, una de las vecinas del lugar, había sido encontrada sin vida en el piso de su baño por Carlos Carrascosa, marino retirado que se había casado con la socióloga 30 años antes. La escena dio pie a que se certificara su causa de muerte casi de inmediato: la mujer se había desmayado y ahogado en su bañera después de resbalarse y sufrir un golpe en la sien. La sangre, el agua, la posición del cadáver; todo había sido producto de un accidente.
Sin embargo, una serie de confesiones hechas por familiares de la fallecida a la fiscalía levantaron sospechas sobre el incidente. En diciembre de ese mismo año, las autoridades exhumaron el cuerpo de María Marta y realizaron una autopsia. Durante el procedimiento, médicos forenses encontraron cinco balas en el cráneo de García Belsunce. Lo que parecía un evento atribuible a la mala suerte se convirtió en uno de los casos más relevantes en la historia moderna de Argentina.
Una historia que involucra mentiras, robos, documentos falsificados y una posible conspiración del narcotráfico mexicano. Un asesinato que a más de dos décadas de haber sucecido aún parece tener secretos por desvelar.
¿Quién fue María Marta García Belsunce?
María Marta García Belsunce, nacida el 24 de abril de 1952, fue un personaje destacado en la escena social argentina. Tras graduarse de la universidad, María Marta dedicó sus días al activismo mediante diversos roles en organizaciones no gubernamentales, incluyendo el de tesorera en la Asociación Damas del Pilar y el de vicepresidente en la fundación Missing Children Argentina, que investiga el tráfico de menores en el país sudamericano.
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Por ello, su repentina muerte a causa de un “accidente doméstico” resultó dudosa para sus colegas, medios de comunicación y autoridades que habían tratado con ella. El 12 de noviembre de 2002, Juan Hurtig –medio hermano de María– se presentó en la fiscalía para confesar una “pequeñez”: se había desecho de un objeto extraño que encontró en el piso de la sala de la casa en Carmel. Este parecía ser un proyectil. Horas más tarde, Horacio García Belsunce –periodista y hermano de sangre de la occisa– señaló al fiscal que había pedido al comisario Ángel Casafús evitar que la policía hiciera más investigaciones sobre la muerte de la activista.

Las declaraciones de la familia motivaron a que se ordenaran indagatorias sobre el caso, incluyendo estudios forenses sobre el cuerpo. Tras el hallazgo de cinco balas en la cabeza de la activista, quedó claro que su muerte estaba lejos de haber sido causada por un accidente.
La verdad detrás del “accidente” en la casa de Carmel
El 16 de enero de 2003, el fiscal Diego Molina Pico ordenó la detención de siete personas del círculo cercano de María Marta García Belsunce: su esposo Carlos Carrascosa; su hermano, Horacio García Belsuce; Juan Hurtig, su medio hermano; su cuñado, Guillermo Bártoli; su padrastro, Constantino Hurtig y dos vecinos de la familia, Nora Burges de Taylor y Sergio Binello.
Los acusaba de haber alterado la escena del crimen, modificado el cuerpo –incluso haber tapado los agujeros causados por el impacto de las balas en el cráneo de la muerta con pegamento industrial–, arrojado evidencias al escusado, utilizado sus influencias para evitar cualquier investigación y comprar un certificado de defunción falso. Carrascosa, además, fue señalado como el autor material del asesinato.

Entre la primavera de 2003 y el verano de 2007, los imputados protagonizaron uno de los juicios mediáticos más sonados de la Argentina. Sus rostros aparecieron en noticieros por horas y figuraron en las primeras planas de los diarios más veces que los indiciados en los juicios de la dictadura militar de Videla; no había persona en el país que no conociera la tragedia. Tampoco había una sola que conociera la historia completa.
Los juicios sin solución
El 11 de julio de 2007, el Tribunal Oral Nº 6 de San Isidrio absolvió a Carrascosa de cualquier responsabilidad en el homicidio de su esposa. La hipótesis que la fiscalía intentó establecer ante la justicia señalaba que el hombre había tenido una discusión con su esposa y le había disparado. Sin embargo, sus esfuerzos por imponer esta narrativa no tuvieron gran repercusión en el veredicto. Otro juicio, ahora en 2009, dio revés a la decisión judicial y condenó a cadena perpetua al viudo.
En 2011, un tribunal juzgó a Horacio García, Bártoli, Hurtig, Binello y dos nuevos acusados de encubrimiento calificado: Beatriz Michelini, la masajista que María Marta vería en la tarde de su asesinato y el paramédico Juan Ramón Gauvry Gordon, quién participó en la limpieza de la escena. El 4 de noviembre, se les dictaron penas de entre 5 y 3 años de prisión a García, Bártoli, Hurtig, Binello y Gauvry. Estas fueron desestimadas mediante habeas corpus promovidos por los abogados de los acusados solo once días después.

En diciembre de 2016, tras haber pedido dos juicios de nulidad y presentar su caso ante la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires, Carlos Carrascosa fue absuelto de todo delito. Su participación en la muerte de su esposa fue descartada y recuperó su libertad. El asesinato había quedado impune.
¿Quién mató a María Marta García Belsunce?
Con el dictamen de inocencia de Carrascosa se abrió una pregunta sin respuesta en la historia del caso Belsunce, como le llamaron los medios argentinos de la época. ¿Quién había terminado con la vida de la activista? Al respecto, surgieron muchas teorías.
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Una de ellas indicaba que García Belsunce había sido asesinada por órdenes del Cártel de Juárez. Según un artículo del diario Página 12, el fiscal Molina Pico barajeó la hipótesis de que María Marta –junto a su esposo y dos de sus vecinos– lavaba dinero ilícito del narcotráfico mexicano a través de empresas en Buenos Aires. Esta idea no prosperó, a pesar de los aparentes vínculos entre los Carrascosa García Belsunce y el grupo criminal.
Otro móvil marcado por la fiscalía fue el del robo. De acuerdo con investigaciones, una pequeña caja fuerte con dinero de la Asociación Damas del Pilar fue robada de la casa de María Marta en la noche de su asesinato. En 2019, las autoridades argentinas señalaron a Nicolás Pachelo, vecino de la socióloga, y dos exvigilantes del club como responsables del hurto. Bajo esta teoría, la muerte de María Marta sirvió para encubrir el delito.
Será hasta 2022, una vez que Netflix y HBO Max han resucitado el tema con títulos como el documental ‘Carmel: ¿Quién mató a María Marta?’ y la serie ‘María Marta: El crimen del country’, que el caso llegue a tribunales. Desafortunadamente, parece complicado que esto ofrezca un cierre definitivo a uno de los misterios más escandalosos de Argentina.
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