Cuando Van Gogh fue dado de alta de un hospital psi- quiátrico, su hermano lo remitió con el doctor Gachet por recomendación de unos amigos. Aunque al principio hubo reticencia por parte del pintor, pues a su parecer la salud del galeno era más delicada que la suya, eventualmente llegaron a forjar una gran amistad
“He encontrado en el doctor Gachet algo así como un hermano, nos conocemos uno al otro tanto física como mentalmente”, escribiría el artista a su hermana.
El médico era también conocedor del arte y un gran conversador, por lo que muy pronto Van Gogh le pidió su consentimiento para retratarlo.
Recordó entonces una pintura del francés Eugène Delacroix en la que describía al poeta italiano Torquato Tasso durante su estancia en un manicomio, Tasso en el hospital de Santa Ana de Ferrara, quizá por recordarle su paso por esa clase de hospitales. La postura con la mano apoyando la cabeza fue la principal inspiración. Eventualmente Vincent escribiría a su hermano:
“Hice un retrato de M. Gachet con una expresión melancólica, que bien podría parecer una mueca a aquellos que lo vean… Triste pero amable, y aun así clara e inteligente, así es como muchos retratos deberían hacerse…”

Actualmente es una de las pinturas más caras del mundo. Es propiedad de un coleccionista privado japonés, el cual lo adquirió en 1990, pagando entonces una cifra record por una obra de arte, más de 80 millones de dólares.
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Hermano gemelo
Van Gogh hizo una segunda versión, la cual regaló al propio doctor Gachet, actualmente en el Museo D’Orsay de París.
