No sólo Texcoco tuvo algunos de sus mejores poetas entre sus reyes y gobernantes. También Tenochtitlan conoció la inclinación a la poesía como atributo de más de un tlatoani o supremo señor. Axayácatl fue el tlatoani mexica que más joven ascendió al trono, con 19 años.
Su nombre significa “el de la máscara de agua”. Fue nieto de Moctezuma I. Su madre, Atotoztli, era hija de ese tlatoani y su padre, Tezozómoc, hijo de Itzcóatl, el cuarto gobernante mexica.
La elección de Axayácatl como tlatoani de los aztecas tuvo lugar en 1468. A juicio de Tlacaélel, y contándose con el parecer de Nezahualcóyotl. Sus trece años de gobierno se caracterizaron por un permanente estado de guerra, que le dieron su fama de excelente y muy agresivo jefe militar.
Sus tres guerras más importantes en las que participó para la nación azteca fueron; la primera contra sus vecinos de Tlatelolco, la segunda con los matlatúncas de la región de Toluca y la última contra los purépechas de Michoacán.
Se casó con muchas mujeres y entre sus hijos se encuentran Moctezuma Xocoyotzin y Cuihtláhuac, noveno y décimo tlatoque de Tenochtitlan. Siguió de cerca la elaboración de la Piedra del Sol, o popularmente conocido como Calendario Azteca.
Murió cuando preparaba una expedición contra Tlilinquitépez, para traer víctimas que el culto sanguinario de sus dioses reclamaba. A pesar de que la monarquía continuó siendo electiva, a su muerte le sucedieron primero sus dos hermanos y después su hijo Moctezuma II, que reinaba en México cuando llegaron los españoles.
Su gusto por las artes lo llegó a situar entre los poetas más distinguidos del Pueblo del Sol –– los aztecas ––.

Ycuic Axayacatzin, Mexico tlatohuani
Zan niean temoc y xochimiquiztli tlalpan,
aci yehua ye niean,
in tlapaHa quiehihuan,
tonahuac onoque.
Choquiztlehuatiuh, yece ye oncan nepan netlazalo,
ylhuieatl ytie cuicachocoa,
ka huiloan quenonamiean.
Zan tonilhuizolon,
teotlatollin ticchiuh,
zan can timomiquili in itech.
In coloztetlayocotli, teienotlamachti.
Tiechiuh.
¿O ach anca oquitto in tlacatl?
Aya in mahmana, tlatzihui.
Ayac quiyocoyan Ipalnemoa.
¡ChoquizilhuitI, in yehua ya yxayoilhuitl!
Huallaocoya moyoHo.
iZan nel ocpa huitze teteuctin?
Zan niquimonilnamiqui in Itzcoatl,
notlayocol itech aci a noyol.
¿O ach anca ciahui,
ontlatzihui in yehuan chane,
in Ipalnemoa?
O ayac daquahuac quiehihuan tlalticpac.
¿Zan nelpan tonyazque?
Notlayocol itech aci a noyol.
Ye onetocoto,
ohuiloa ca.
In tepilhuan, in tlatoanime, teteuctin,
techyaicnoocauhtehuaque.
¡Mayan tayocoxti, o antepilhuan!
¿Mach oc hualquinehua,
mach oc hualilotihua
can ompa ximoa?
¿In cuix oc techmatiquiuh
in Moteuczomatzin, in Nezahualcoyotzin, Totoquihuatzi?
Techyiaicnocauhtehuazque,
¡Tlayocoxti, o antepilhuan!
Canto de Axayácatl, Señor de México (traducción)
Ha bajado aquí a la tierra la muerte florida,
se acerca y ya aquí,
en la región del color rojo la inventaron
quienes antes estuvieron con nosotros.
Va elevándose el llanto,
hacia allá son impelidas las gentes,
en el interior del cielo hay cantos tristes,
con ellos va uno a la región donde de algún modo se existe.
Eras festejado,
divinas palabras hiciste, a pesar de ello has muerto.
El que tiene compasión de los hombres, hace torcida invención.
Tú así lo hiciste.
¿Acaso no habló así un hombre?
El que persiste, llega a cansarse.
A nadie más forjará el Dador de la Vida.
¡Día de llanto, día de lágrimas!
Tu corazón corazón está triste.
¿Por segunda vez habrán de venir los señores?
Sólo recuerdo a Izcóatl,
por ello la tristeza invade mi corazón,
¿Es que ya estaba cansado,
venció acaso la fatiga al Dueño de la Casa,
al Dador de la Vida?
A nadie hace el resistente sobre la tierra.
¿A dónde tendremos que ir?
Por ello la tristeza invade mi corazón.
Continua la partida de gentes,
todos se van.
Los príncipes, los señores, los nobles
nos dejaron huérfanos.
¡Sentid tristeza, oh vosotros señores!
¿Acaso vuelve alguien,
acaso alguien regresa
de la región de los descarnados?
¿Vendrán a hacernos saber algo
Motecuhzoma, Nezahualcóyotl, Totoquihuatzin?
Nos dejaron huérfanos,
¡sentid tristeza, oh vosotros señores!
¿Por dónde anda mi corazón?
Yo, Axayácatl, los busco,
nos abandono Tezozomoctli,
por eso yo a solas doy salida a mi pena.
A la gente del pueblo, a las ciudades,
que vinieron a gobernar los señores,
las han dejado huérfanas.
¿Habrá acaso calma?
¿Acaso habrán de volver?
¿Quién acerca de esto pudiera hacerme saber?
Por eso yo a solas doy salida a mi pena.
Ver: Poemas en náhuatl y sus autores | México-Tenochtitlán