Imágenes y videos eróticos falsos se producen para dañar moralmente a miles de mujeres con pornovenganza en línea.
Entra la notificación de WhatsApp. “Oye, ¿eres tú?”, lee el mensaje. Inmediatamente después, un link hacia un video en un sitio extraño. Entras y te das cuenta de que, efectivamente, sobre el cuerpo de una mujer voluptuosa, aparece tu cara. Mientras ella lleva a cabo movimientos, gestos y caricias explícitas, tu rostro se mueve a la par, acorde a la situación. Pero definitivamente no eres tú.
A partir del reconocimiento facial, existen aplicaciones que pueden convertir fotografías de Facebook y publicaciones en Instagram en videos eróticos. A esta técnica se le conoce como ‘pornovenganza’, y se lleva a cabo, de acuerdo con un reportaje de MIT Technology Review en Español, por parte de personas que quieren humillar, cancelar o dañar la imagen personal de millones de mujeres alrededor del mundo. Así funciona.
No, no eres tú

La pornovenganza es un tipo de acoso sexual en línea que se practica en todo el mundo, por medio de aplicaciones para smartphone o sitios en internet. Karen Hao, corresponsal de medios digitales para la revista, decidió no incluir las ligas a estos sitios para evitar llevarles tráfico. Sin embargo, según su investigación, la intención siempre es la misma:
“El sitio web en cuestión llama la atención por su sencillez. Sobre un fondo blanco, un enorme botón azul invita a los usuarios a subir una foto de un rostro. Debajo del botón, cuatro caras generadas por inteligencia artificial (IA) permiten probar el servicio”, escribe la autora. “Sobre el botón, el lema describe audazmente el propósito: convertir a cualquiera en una estrella porno usando la tecnología deepfake para sustituir la cara de la persona en un vídeo para adultos. Solo hace falta subir la imagen y presionar ese botón”.
A pesar de que, efectivamente, la persona en el video no eres tú, las imágenes pueden ser notablemente convincentes. Además de utilizar el reconocimiento facial para insertar el rostro de mujeres sobre contenido pornográfico, el algoritmo de inteligencia artificial con el que operan estos sitios es capaz de modificarlo para que actúe de acuerdo a ciertos movimientos, palabras y expresiones, típicos de un video sexual.
En otros casos más graves, es posible retirar la ropa de las mujeres para que el programa las haga parecer que están llevando acciones que en realidad nunca hicieron. Todo esto a partir de contenido fácilmente recuperable de las redes sociales: historias de Instagram, videos en Facebook, actualizaciones en fotos de perfil de WhatsApp. De acuerdo con la cobertura de Hao, el sitio que investigó recibió 6.7 millones de visitas en agosto de 2021.
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Humillación digital, contenido falso y pornovenganza

Este tipo de contenido no se hace para que sea una interacción íntima entre dos personas. Por el contrario, generalmente viene de una decisión consiente de lastimar a alguien más, manchando su imagen o reputación frente a un grupo que le interesa. El problema ha ganado tal magnitud, que los gobiernos de diversos países latinoamericanos están armando campañas de concientización sobre la pornovenganza.
En el caso de México, la Guardia Nacional emitió un comunicado en el que alerta los riesgos del sexting en este terreno:
“[…] al tener confianza de la pareja, se generan contenido intimo que, al estar en posesión de alguno de ello al terminar la relación, puede ser utilizada para dañar moralmente a la otra persona“, explica la policía cibernética mexicana.
El problema, sin embargo, no se detiene ahí. Por el contrario, aunque el usuario nunca haya mandado contenido explícito a otra persona, es posible simularlo. De esta forma, desde cuentas falsas en redes sociales, el contenido engañoso se disemina hacia personas específicas, que posteriormente lo compartirán con alguien más.
¿Qué se puede hacer?

Generalmente, quienes practican pornovenganza ya conocen a la persona a quien quieren dañar. A partir de una pelea, un malentendido o francos celos, un usuario puede descargar o hacer captura de pantalla de las fotografías en línea de manera anónima. Por esta razón, lo primero que se debe hacer al recibir este tipo de contenido es sencillamente ignorarlo.
Si se es víctima de este tipo de acoso sexual digital, estos son algunos consejos para evitar causar más estragos:
- Mantener la calma. No eres tú en el video, aunque parezca que sí.
- Denunciar. Hay manera de reportar este tipo de contenido en las redes sociales, así como en las autoridades competentes de cada país.
- No ceder a la presión ni al chantaje, porque es más fácil atacar a una persona que está en una situación vulnerable.
- En caso de circularse en redes sociales, aclarar que el video es falso, producto de un ataque de acaso en línea.
Desde el otro lado, es importante no compartir este tipo de contenido. Aunque no seas víctima de pornovenganza, los daños se detienen cuando se toma la decisión consciente de no formar parte de esa cadena de abuso.
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