¿Sabías que Sigmund Freud es conocido como el padre del psicoanálisis? Con todo y la revolución en el pensamiento científico ocurrida a partir del siglo XVI, y a pesar de los avances en la comprensión del mundo y sus fenómenos derivados de ésta, en el siglo XIX el psiquismo humano, la enfermedad mental y las estructuras de la personalidad permanecían envueltas en tinieblas y no habían sido objeto de un estudio profundo.
El psiquiatra austriaco Sigmund Freud (1856-1939) aclaró muchos de sus fenómenos y, bajo esa misma luz, interpretó la conformación de la cultura y la sociedad contemporáneas. Aunque varios postulados de su teoría se rechazaron por las generaciones posteriores, aún conservan enorme relevancia para la comprensión de la conducta humana.
Hijo de una familia judía de clase media, Freud estudió medicina y en 1885 viajó a París para proseguir su formación en la clínica de la Salpêtrière de París, donde el doctor Jean-Martin Charcot trataba casos de histeria a través de la hipnosis. De regreso en Viena, instaló su consultorio y comenzó a diseñar una aproximación alternativa a esos casos clínicos: el psicoanálisis, cuyos primeros esbozos aparecen en el libro Estudios sobre la histeria (1895).

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El psicoanálisis: práctica terapeutica
El psicoanálisis plantea la técnica de la asociación libre de conceptos aparentemente inconexos para que los pacientes expresen una instancia oculta de la personalidad: el subconsciente, un estrato en el que se almacenan experiencias traumáticas, deseos reprimidos y conflictos no resueltos.
Las sesiones recurrentes en el consultorio del psicoanalista procuran despertar esos recuerdos y trabajar con ellos hasta obtener la cura de la neurosis, un trastorno generado por la imposibilidad de satisfacer los impulsos sexuales.
Freud consideró que la otra forma de acceder al subconsciente es la actividad onírica y en 1899 publicó una de sus obras fundamentales: La interpretación de los sueños.
De acuerdo con él, éstos expresan los deseos reprimidos de los neuróticos y ponen de manifiesto el contenido del subconsciente.
Otra parte importante de su pensamiento, expuesta en obras como Tres ensayos sobre una teoría sexual (1905), indaga la evolución de las pulsiones y el instinto sexual a lo largo de la vida, y plantea el conflicto interior que sufre el sujeto ante la imposibilidad de satisfacer sus instintos a causa de las limitaciones sociales que los controlan desde dentro del sujeto, pero también fuera de él.
Este conjunto de ideas le sirvieron para interpretar muchos fenómenos comunes como el arte, la religión y los actos fallidos de la vida cotidiana, e incluso ofrecer una visión de la sociedad occidental y su neurosis generalizada en El malestar en la cultura (1930).
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La novedad de sus ideas escandalizó a la sociedad de su tiempo y, a la vez, atrajo numerosos pacientes a su consultorio, cuyos casos narró en una amplísima obra escrita que aborda todos los ámbitos de la actividad humana.
A su muerte, en 1939, muchos de sus colaboradores consolidaron la llamada ‘Escuela Psicoanalítica’, que tuvo enorme difusión en Estados Unidos. Otros cuestionaron sus postulados y construyeron teorías propias pero que siempre eran o una respuesta o una derivación de las suyas. Después de Freud, la conducta humana y la personalidad nunca se vieron de la misma manera.
Finalmente, Heinrich Fischer, especialista en el trabajo del psiquiatra austriaco, afirma que:
“Muy pocas personalidades han ejercido un impacto tan fundamental y significativo sobre la historia cultural contemporánea como Sigmund Freud”.

- Sigmund Freud siempre tenía que almorzar a la una de la tarde. A continuación, se levantaba de la mesa y se iba a caminar tres kilómetros, siempre haciendo el mismo recorrido y recogiendo algunas setas.
- Era de familia judía, lo que hizo que fuera perseguido por los nazis.
- Fue su afición al tabaco lo que acabó finalmente con su vida en 1939 por un cáncer de paladar.
Texto publicado en la revista Muy Interesante México.
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