Desde temprana edad, en su natal Gerona, España, Remedios Varo mostró inclinaciones artísticas; sin embargo, fue en su adolescencia cuando inició su educación formal en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, siendo una de las primeras mujeres que estudiaron en esa institución. Por Luis Felipe Brice
En la década de 1930 entró en contacto con el surrealismo tanto en España como Francia, convirtiéndose en uno de los máximos exponentes de esta corriente artística, sobre todo a partir de la década de 1940, cuando se exilió en México.
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Naturaleza muerta resucitando
En nuestro país crearía sus más importantes obras escultóricas, pero sobre todo pictóricas. Destaca entre sus pinturas la última que realizó en vida, “Naturaleza muerta resucitando”, que –como su título lo indica– pone en movimiento a los elementos característicos del clásico bodegón.
Así pues, la composición gira en torno a una vela alrededor de la cual –– como si fuera el Sol–– orbitan frutas, platos e insectos. El conjunto de objetos forma parte de una suerte de sistema solar en medio de un espacio delimitado por paredes en las que se vislumbra al fondo una estrecha salida al universo desconocido.
Según lo hace notar la crítica de arte Julenne Esquinca, “el ambiente, a comparación del resto de sus cuadros, no integra algún personaje por el cual puedan transmitirse situaciones, historias y aventuras. Una mesa, ocho platos, fruta y una vela situada en el centro sintetizan la vida de Remedios Varo. El largo peregrinar de Varo significó para la pintora también un peregrinaje espiritual: sus viajes interiores fueron los que dieron vida a muchas de sus obras. Se puede decir que este cuadro es la culminación de este viaje en el que Remedios parecía ver su fin”.
A comienzos de noviembre de 2013, con motivo del Día de Muertos y para conmemorar los 50 años del fallecimiento de Remedio Varo, se montó una megaofrenda en su honor. En el gran altar, instalado en la Ciudad Universitaria de la capital mexicana, sobresalió una recreación de Naturaleza muerta resucitando. Al lado de ésta podía leerse la siguiente calaverita:
“Fue en el ocaso del 8 de octubre de 1963/ un infarto al corazón/ segó su vida/ pero no así su creación”.
Fuentes: fahrenheitmagazine.com; revistas.unam.mx; remedios-varo.com
Imagen de portada: © Derechos Reservados 2015, Remedios Varo.
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