La mitad de la masa alimentaría un disco de acreción alrededor del agujero y parte del material tragado se reinyectaría a través de un estrecho y potente chorro
La mitad de la masa de un cuerpo como nuestro Sol alimentaría un disco de acreción alrededor del agujero y parte del material tragado se reinyectaría en un estrecho y potente chorro de partículas que emiten radiación

