Si piensas que las tarántulas son temibles imagina el tipo de criatura que las caza
El veneno de la mayoría, de las 900 especies, de tarántulas existentes es menos fuerte que el de una abeja y en realidad no representan un riesgo para los humanos.
La avispa caza tarántulas (Pepsis rubra), mientras que no es típicamente agresiva, la hembra atacan al sentirse amenazadas. La coloración de sus alas advierten a los depredadores potenciales de que es peligrosa. Su largas patas tienen garras en forma de gancho para agarrar a sus víctimas y su aguijón puede medir 7 mm de largo, su picadura es considerada una de las más dolorosas.
Cuando dos avispas fertilizan un huevo, necesitan de una huésped, que cómo el nombre lo sugiere se trata de una tarántula. La avispa hembra captura, pica y paraliza a la araña, posteriormente la arrastra de vuelta a su nido en donde deposita el huevo fertilizando en el abdomen de la araña, en donde se mantendrá seguro y caliente. Después bloquea la entrada, dejando atrapada a la tarántula. Cuando la larva eclosiona, es decir que el huevo se abre dejando salir a la larva, hace un pequeño agujero en el abdomen para entrar a través de este y alimentarse del arácnido, evitando los órganos vitales para mantenerla viva el mayor tiempo posible. Desde de varias semanas se convierte en adulto y emerge del abdomen de la araña.